El humedal Estero de Domingo Rubio, situado cerca del Paraje Natural Marismas del Odiel, en el estuario de Huelva, cuenta con protecciones regionales, estatales e internaciones por su gran valor ecológico. Sin embargo, los arroyos que desembocan en este humedal y la Ría de Huelva le aportan contaminantes provenientes de la actividad humana que pueden afectar a la calidad del agua y al ecosistema.
El espacio está amenazado por la actividad industrial, la acumulación de residuos peligrosos, la expansión de la agricultura y la extracción excesiva de áridos (material granulado usado en el sector de la construcción). Así lo advierte una investigación de la Universidad de Sevilla (US).
El régimen mareal del humedal Estero de Domingo Rubio desempeña un papel crucial en el transporte y dispersión de los contaminantes, explican los responsables de este estudio. El humedal aparece inundado de forma periódica con altos niveles de elementos disueltos como cobre, arsénico, cadmio, cobalto, cromo, níquel y zinc, químicos que proceden de los aportes de aguas del estuario afectadas por la contaminación minera.El estudio ha sido publicado en la revista Marine Pollution Bulletin y afirma que el canal de marea del humedal recibe también lixiviados ácidos (líquidos contaminantes) derivados de vertederos de residuos de sulfuros, tuberías de efluentes industriales y plantas químicas abandonadas, que contribuyen a que el agua tenga cada vez más metales contaminantes.
Así mismo, la agricultura, de la que proceden nitratos y fosfatos por la escorrentía agrícola, es otra fuente de contaminación en el humedal. Además, es humedal también recibe del estuario de Huelva flujos de fosfato de las balsas de fosfoyeso existentes en el margen derecho del río Tinto.
Toda esta contaminación en el área tiene consecuencias y efectos biológicos en suelos y plantas en la zona del humedal. Al alterarse la hidrodinámica local, se produce un efecto negativo en el ecosistema, modificando sus concentraciones naturales de elementos pesados y poniendo en riesgo a la fauna que lo habitan.
Los investigadores reconocen que, en la actualidad, se están desarrollando labores de restauración hidrológica y adecuación ambiental en la zona de la laguna del Estero. Pero no son suficientes para conservar este importante ecosistema. Para la Asociación Mesa de la Ría, las marismas de Huelva son una cloaca industrial. Reclama el verdadero cambio que necesita Huelva hacia una industria no contaminante y la recuperación integral de la ría de Huelva.
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Durante los años del "desarrollismo" crecieron en España numerosos Polos de desarrollo industrial. El caso del de Huelva es digno de análisis porque allí se ubicó uno químico, que había sido rechazado por otras zonas indrutriales. En el puerto de Huelva han atracado barcos que tenían negada su entrada en todos los puertos de Europa.
Las marismas de Huelva están recibiendo los residuos tóxicos de Fertiberia, fosfoyesos que se vierten a un ecosistema que debe estar protegido. Según el periodico la situación es la siguiente: "una enorme superficie de 1.200 hectáreas donde se acumulan más de 100 millones de toneladas de residuos a apenas 500 metros del núcleo urbano".
la terrible disyuntiva de conservar el ecosistema a costa de parar el desarrollo económico de la zona, que podría afectar a 6000 empleados. Pero son muchas voces las que se alzan con estadísticas que confirman un desproporcionado número de casos de cáncer, sin que se haya podido demostrar su vinculación con esta industria contaminante.
La comisión Europea ya ha avisado a España acerca de este problema, el paso siguiente será un dictámen para que adapte su normativa a Europa.
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